Viaje

Se miró al espejo.

Su rostro estaba demacrado, sus ojos apagados. Ya no brillaba esa luz que años atrás le había acompañado todos los días.
Se sentía sola, nada cobraba sentido en su vida. NADA. Solo quería deshacerse de ese dolor y empezar otro nuevo viaje, hacia ese mundo desconocido.

Suspiró.
El dolor de su pecho era insoportable.

Poco a poco empezó a sentirse mejor. Se miró a las muñecas y se sintió fuerte, a pesar de qué las fuerzas le fallaban. Qué ironía.

Cerró los ojos, pronto empezaría el viaje.

Y se sentía preparada.

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